
Un ejemplo de esto es la práctica de un "juego" conocido entre los jóvenes polacos como "el sol" o "la estrella". Y os preguntaréis... ¿en qué consiste? Pues básicamente consiste en que las niñas se tumben en el suelo formando un círculo con las cabezas juntas, como si de un sol se tratase, y los ojos cerrados, mientras que los niños copulan con ellas, por turnos. El ganador es aquel chico que logra terminar la relación sexual, vamos, el que acabe eyaculando en el interior de alguna chica.