PEDOS VAGINALES: Cómo evitarlos

Seguramente, si has mantenido, o mantienes relaciones sexuales, puede que hayas experimentado una situación de esas... en las que envueltos de placer y de erotismo, sin comerlo ni beberlo, rompe el ritmo de vuestros gemidos un pedete.
Y suena así de mal, tanto como en la frase, porque en ese momento es lo último que quieres escuchar. Normalmente todo sigue como estaba, después de unas risas y algo de vergüenza... pero puede que el ruido no pare, y en ese caso puede llegar a tomar el protagonismo, y hacer que pierdas la concentración.
Así que si te ha pasado alguna vez como si no, no está de más que aprendamos un poco el por qué de estos pedetes, cuándo suelen darse y como evitarlos.
Y que nadie me pregunte en lo que estaba pensando para escribir sobre el tema, porque ni yo mismo quiero planteármelo... Empecemos!

¿Por qué sucede?
Sucede debido al espacio disponible en el canal vaginal. Cuando la mujer se excita se abre, y más aun durante la penetración. Las paredes vaginales (anterior y posterior) se encuentran permanentemente en contacto, y a medida que la excitación aumenta, la dilatación va aumentando. Ademas, se produce un alargamiento vaginal que llega a aumentarse en un 25% más con respecto al tamaño inicial. Por lo que durante el acto sexual siempre existe más espacio para la acumulación de aire en el interior de la vagina.


¿Cuándo suele suceder?
Puede suceder en cualquier momento del día, en cualquier situación cotidiana, siendo más habitual que ocurra durante el acto sexual. Pero también suelen aparecer en la practica de ciertas posturas de yoga o de algunos estiramientos durante el ejercicio físico.

Si lo pensamos, en cualquier postura que utilicemos, la vagina permitirá la entrada y salida de aire, ya que en caso contrario, no se podría llevar a cabo la penetración...
La postura más propensa a provocar esos pedetes vaginales suele ser la típica postura del perrito, ya que el canal vaginal parece quedar más abierto y los músculos de la entrada más distendidos, lo cual facilita la mayor acumulación de aire y/o la expulsión incontrolada del mismo. A esto le tenemos que sumar la profunda penetración que se consigue en esta postura, lo cual hace que se ocupe más espacio en el interior de la vagina, y su consiguiente salida de aire.


¿Cómo evitarlos?
Existen posturas para evitar estos pedetes, pero la mejor técnica para controlar la salida del aire sería realizando ejercicios Kegel, para fortalecer las paredes vaginales, y realizar la presión necesaria como para no dejar escapar nada más que gemidos de placer. Para ello, contamos con nuestras útiles bolas chinas, de las cuales ya hablamos en esta entrada.

Y mientras practicamos nuestros ejercicios Kegel, podemos optar por practicar posturas en las que la vagina permanece más apretada, y por consiguiente son menos propensas a producir pedos vaginales. Algunas de estas posturas son las que permiten que las piernas de la mujer permanezcan juntas, o las posturas en las que la penetración en menos profunda. Pero como me encanta ser gráfico, mejor os dejo con unas buenas animaciones para que os hagáis una idea de algunas posturas para evitar los pedos vaginales:

Esta postura es la más parecida a la del perrito, solo que bastante menos probable que salga aire involuntariamente. Además de poder hacer más presión con las piernas y el culo para dar y recibir más placer.


El clásico misionero es también una buena postura en la que los músculos no están tan relajados, y es más difícil que ocurra.


Esta postura, depende de la capacidad de flexibilidad del pene, ya que no todos los hombres pueden realizarla. De todas maneras, conviene empezar totalmente tumbados, e ir levantándose poco a poco.


Por último, esta postura, aparte de lo personal e íntima que resulta, es ideal para cerrar las piernas y atrapar el pene de la pareja, impidiendo que se produzcan los pedetes.

Sé que es un tema fuera de lo normal, pero estoy seguro de que a much@s les vendrá bien la información. Yo personalmente no me quería quedar con la duda... XD.